Aunque el PP siga siendo la fuerza más votada y aumente su representación y apoyo electoral, sus opciones de formar gobierno son las mismas que después de las anteriores elecciones, necesitaría que, el PSOE, como mínimo, se abstuviese en la votación de investidura.
El PSOE, que forma parte del Partido de los Socialistas Europeos, ha conseguido realizar un efecto llamada para amortiguar la caída que le daban las encuestas y de esta forma mantener su segundo puesto aunque pierde 5 escaños que van al único partido que aumenta su representación, el PP. Además, al igual que después de las anteriores Elecciones, tiene la llave de la gobernabilidad ya que es imprescindible su colaboración o abstención para cualquier opción de gobierno posible.
La coalición UNIDOS PODEMOS, una confluencia de diversas fuerzas políticas de izquierdas (algunas de ellas euroescépticas (PCE) y otras federalistas europeas (EQUO)), pierde votos (un millón de votos menos aproximadamente) y obtiene el mismo número de escaños que consiguieron por separado en las anteriores elecciones, 69+2. Las encuestas que les daban un aumento de representación y que quitarían el segundo puesto al PSOE finalmente no se cumplieron.
Ciudadanos (C’s), que forma parte de ALDE, pierde 8 diputados de los 40 que obtuvo en las anteriores elecciones que irían a parar al Partido Popular. Los nacionalistas catalanes mantienen la misma representación que en las anteriores elecciones: Esquerra Republicana de Catalunya 9 y Convergencia Democrática de Catalunya 8. Los nacionalistas vascos perderían apoyos y representación: el PNV pierde un escaño y 15.370 votos; Bildu mantiene su representación y pierde 34.375 votos.
En el Senado español, el PP mantiene y aumenta la mayoría absoluta que obtuvo en las pasadas elecciones, lo que hace necesario que, cualquier acuerdo de gobierno que no cuente con el PP, obtuviese un apoyo de la mayoría absoluta del Congreso para levantar posibles vetos del Senado a sus proyectos legislativos.
Dentro del eje ideológico Izquierda-Derecha, en el bloque de la derecha, la suma de escaños del PP y C’s estaría más cerca de la mayoría absoluta (169) que el bloque de izquierdas (PSOE y PODEMOS), con lo que las únicas opciones posibles de formar gobierno estable serían: gobierno en minoría del PP con la abstención del PSOE o de PODEMOS; gran coalición de PP+PSOE con o sin C’s; gran coalición de PSOE+PODEMOS+C’s; gobierno de coalición en minoría PSOE+PODEMOS con la abstención de los nacionalistas o de C’s; gobierno en minoría del PSOE con la abstención del PP.
Cualquiera de las diferentes opciones necesita de la participación activa o pasiva del PSOE y existen algunas poco probables por el antagonismo ideológico como una gran coalición (PSOE+PODEMOS+C’s) o que PODEMOS se abstenga para que el PP mantenga el gobierno.
Está claro que el mandato electoral de los españoles, como lo fue en las elecciones de diciembre del año pasado, es que las fuerzas políticas se pongan de acuerdo y las diferentes fuerzas políticas deben ser conscientes de que si vuelven a ser incapaces de formar gobierno esto generaría un mayor rechazo en la ciudadanía española ya que la opinión pública es contraria a unas terceras elecciones.
Por otro lado, los resultados de las elecciones españolas han dejado claro que no existe una fuerza política claramente antieuropea o euroescéptica y que la ciudadanía española apoya mayoritariamente a las fuerzas políticas partidarias de una mayor integración europea.
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