El partido proclama que lucha tanto contra el estado-nación como la «Europa que ha sido construida para servir a los intereses de la burguesía». La líder del partido, Nathalie Arthaud, dice que el partido aboga por «una Europa sin fronteras y verdaderamente unida para los trabajadores».
Mientras que la izquierdista Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon se ha dado a conocer como un partido principalmente euroescéptico, Nathalie Arthaud considera que «las fronteras sirven a los intereses de la burguesía». «Luchar contra Europa no puede ser un buen grito de guerra para los explotados. ¿Ha conseguido el Brexit hacer avanzar la causa de los trabajadores? No lo creo», mantiene. En su postura pro-integración, Lucha Obrera también se sitúa al margen de muchos de los demás partidos comunistas en Francia y el resto de Europa.
En su página web, el partido sostiene que «la ausencia de una unificación política real hace al sistema [Europeo] frágil y sujeto a cuestionamiento». La página que explica la postura del partido sobre Europa también dice que los estados europeos han intentado unirse en un espacio económico europeo durante más de 60 años, pero que «han obtenido un éxito muy parcial, uniendo sobretodo todo lo que era útil para el movimiento de bienes y capitales».
Lucha Obrera mantiene que es «favorable a todo lo que nos acerque a la desaparición de las fronteras», y que unos Estados Unidos de Europa socialistas serían sólo el principio de una unión mundial de los pueblos.
En las elecciones europeas de 2014 el partido obtuvo el 1,17% de los votos en Francia y no obtuvo ningún escaño en el Parlamento.
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