Wojciech Zajączkowski: A 15 de julio se anunció que la Comisión Europea iniciaba un procedimiento de infracción contra Polonia y Hungría por las zonas libres de LGBT. Según la Estrategia de la UE sobre la igualdad de derechos de las personas LGBTIQ, el 47% de las personas de este colectivo viven en las grandes ciudades. Por tanto, parece que las ciudades deberían estar muy implicadas en las políticas de igualdad. Sin embargo, antes de 2018, el compromiso de las autoridades de Varsovia era prácticamente nulo. No fue hasta que Rafał Trzaskowski fue elegido alcalde de Varsovia que la ciudad tomó medidas en favor de los derechos de las personas LGBT+. ¿Cómo valora usted las actividades a favor de los derechos de las personas LGBT+ fundamentalmente en el ámbito de la administración local?
Marek Szolc: Durante muchos años, las autoridades locales polacas no trataban en absoluto las cuestiones de igualdad. Ha habido ocasiones aisladas, iniciativas individuales, en las que algunos funcionarios o administradores más decididos trataron de hacer algo, pero desde el punto de vista del funcionamiento del sistema, las cuestiones de igualdad, de lucha contra la discriminación, de inclusión, en realidad son cuestiones novedosas, que simplemente no existían en el Gobierno polaco hasta hace muy poco. Es positivo que esto esté cambiando, porque el gobierno local desempeña un enorme papel a la hora de lograr una comunidad amigable que acepte y luche contra la discriminación y en sus diversas modalidades. No solo en el caso de las personas LGBT+, sino también, por ejemplo, en el caso de las personas con discapacidad y las mujeres, y ahora hay un gran problema de discriminación contra los y las inmigrantes, que cada vez más vienen a Polonia, se establecen aquí y a menudo también se encuentran con actitudes racistas o discriminación por motivos religiosos.
Esto está cambiando, y Gdańsk me parece un buen ejemplo de ello, probablemente tenga la política de igualdad más avanzada de Polonia a día de hoy, es decir, el modelo de Gdańsk para la igualdad de género, que es realmente una solución sistemática del gobierno local de Gdańsk, aplicada de forma coherente para evitar la discriminación por varios motivos.
Así que ya hemos marcado algunas pautas, y espero que la sorpresa, el asombro y el disgusto que nos ha producido el hecho de que más de 100 autoridades locales de Polonia hayan decidido declararse zonas libres de LGBT acelere el proceso de las medidas de igualdad en las autoridades locales, y de alguna manera haga que muchos responsables tomen conciencia de que desempeñan un gran papel.
Los tiempos han cambiado, ya no vivimos en una época en la que el gobierno local sólo tiene que construir carreteras, arreglar aceras y poner alcantarillas. Todas estas cosas también son importantes, no lo niego, pero hay una fuerte expectativa por parte de la población de que estas autoridades locales contribuyan a construir una comunidad inclusiva y segura en la que todos se sientan cómodos.
Podemos ver con nuestros propios ojos las fatales consecuencias para la comunidad LGBT+ de la homofobia estatal oficial del Partido Ley y Justicia (PiS), de las declaraciones de los ministros, de los diputados y de los medios de comunicación públicos. Podemos ver los resultados desastrosos que tiene, podemos ver hasta qué punto este veneno infundido en nuestra sociedad nos está destruyendo como polacos. Creo que lo contrario también es posible, creo que las acciones de igualdad, las acciones contra la discriminación, las políticas aplicadas a este nivel local pueden tener el efecto contrario.
Creo en el hecho de que si las autoridades locales se situasen oficialmente de parte de la igualdad, la aceptación y la tolerancia esto daría lugar a una sociedad más segura e inclusiva, y es algo que nos beneficiaría a todos, aunque no seamos miembros de ninguno de los grupos reprimidos o discriminados en Polonia hoy en día.
WZ: En comparación con la iniciativa de Gdańsk, que usted considera ejemplar, ¿funciona también la Carta de Derechos LGBT de Varsovia? ¿Realmente se están aplicando sus disposiciones, o se ha escondido la Carta bajo la manga?
MS: La Declaración LGBT no fue una política votada por el Consejo de Varsovia, sino un requisito político del alcalde Trzaskowski. Me gustaría mucho que la Declaración a favor de la comunidad LGBT+ se convirtiera en una política a favor de la comunidad LGBT+ en nuestra ciudad, algo que se pudiera votar, incorporar al sistema de estrategias de la ciudad y aplicarlo de forma coherente. Esta sería una solución idónea y facilitaría en gran medida una intervención coherente en este ámbito. También me gustaría que las actividades sistémicas de la ciudad de Varsovia que contrarrestan la exclusión y la discriminación de otros grupos, por ejemplo, las personas en crisis sin hogar, los inmigrantes o las mujeres, por nombrar sólo algunos, también encontraran su lugar permanente en nuestro sistema municipal.
Estoy no del todo satisfecho con el avance de la Declaración LGBT+. Desgraciadamente, muchas de sus disposiciones se quedan en la teoría, pero hay logros por los que estoy muy agradecido y que creo que supondrán un gran cambio. Conseguimos lanzar un concurso para la creación de un refugio de intervención, que es muy necesario, ya que la campaña del partido PiS contra las personas LGBT+ ha provocado una gran crisis en este ámbito. Las organizaciones de ayuda al colectivo LGBT+ se enfrentan regularmente a situaciones en las que los jóvenes, por ejemplo, son expulsados de sus casas o tienen que huir por la homofobia de su entorno o el rechazo de sus padres, por lo que [el refugio] lo consideraríamos un gran éxito.
Así que, paso a paso, estoy convencido de que se pondrán en práctica cada vez más elementos de la declaración, y animo constantemente a la ciudad a ser decidida y valiente en este sentido.
Considero que Varsovia, como ciudad, puede ser líder en medidas de igualdad. Me gustaría que fuéramos nosotros los que pudiéramos mostrar a otras ciudades cómo hacerlo, y no sólo observar y mirar cómo lo hacen otros, y bueno... Soy optimista, creo que vamos en la dirección correcta, aunque me gustaría mucho que todo fuera más rápido, porque es muy necesario.
WZ: Para terminar, me gustaría preguntarle por su iniciativa en la Marcha por la Igualdad de este año, en la que repartió certificados de matrimonio no oficiales para parejas del mismo sexo, que fue atacada por la televisión pública.
MS: Y para ser el primero... Desde luego no será el último, oh, quizás de esta manera.
WZ: ¿Por qué cree que la igualdad matrimonial es más importante que el objetivo de introducir las uniones, que es posible que sea lo que finalmente decida hacer la Plataforma Cívica (PO) tras el cambio de imagen que probablemente estén preparando?
MS: No sé si la Plataforma Cívica (PO) prepara un rebranding. Más bien me parece que habrá una vuelta al pasado, pero esta es la elección de los afiliados a la Plataforma Cívica, a los que respeto. Sólo me queda esperar que Donald Tusk, después de haber observado a sus compañeros en los salones de otros países europeos, donde la igualdad matrimonial y los derechos de las personas LGBT+ son innegociables desde hace tiempo, se dé cuenta de que ha llegado el momento de cambiar su enfoque sobre estas cuestiones. La igualdad matrimonial es importante porque solo cuando tengamos la posibilidad de un matrimonio igualitario en Polonia, se acabará la discriminación legal contra las personas LGBT+ en Polonia. No hay ninguna razón para que las personas adultas del mismo sexo que deseen contraer matrimonio tengan que elegir únicamente entre algún tipo de versión restringida o alternativa en forma de pareja de hecho. No veo ningún argumento desde el punto de vista de la función del matrimonio en la sociedad, su papel en la construcción de una comunidad, una relación o una familia entre personas. No veo absolutamente ninguna diferencia en este sentido, y estas diferencias no las ve nadie en el resto de países del mundo. Recordemos que Polonia ya no solo está atrasada con respecto a Europa occidental, sino también con respecto a América Latina y Sudáfrica, muchos lugares del mundo han decidido muy acertadamente que tales distinciones no tienen sentido.
Las uniones matrimoniales podrían haber sido un buen sustituto si se hubieran introducido en 2011 o 2012, cuando Donald Tusk tomaba el pelo a la comunidad LGBT+ y fingía que iba a introducir esas soluciones. Las consecuencias del oportunismo político de Donald Tusk, que entonces era primer ministro y podía haber decidido introducir las uniones, se siguen sufriendo hoy en día. Porque la situación de las personas LGBT+ en Polonia habría sido completamente diferentes si se hubiera avanzado más entonces.
No hay que llorar sobre la leche derramada, eso fue hace casi diez años, por lo que ha pasado mucho tiempo. Como político de Lewica, no puedo imaginar otra solución que la plena igualdad matrimonial en Polonia. No hay obstáculos legales para ello, no hay obstáculos sociales, no hay argumentos en contra aparte de la cobardía política o la homofobia enmascarada.
WZ: Así que eso es lo que deseamos, ¡muchas gracias!
MS: ¡El placer es mío!
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